El Síndrome del Impostor es un fenómeno psicológico que puede afectar a personas con logros significativos, haciéndoles sentir que no merecen su éxito. Alex Nuñez, psicólogo especializado en deportistas profesionales de Plan Cooper, nos ofrece una visión en profundidad sobre este tema.
Este síndrome se manifiesta a través de diversos síntomas, entre ellos: cuestionar constantemente nuestras propias habilidades, atribuir nuestros logros a la suerte, vivir con miedo al fracaso y ser perfeccionistas que nunca se sienten a la altura. Estos síntomas pueden impactar negativamente en la autoestima, generar ansiedad y limitar las oportunidades de crecimiento personal y profesional.
Es importante destacar que el Síndrome del Impostor no está relacionado con la falta de habilidades, sino más bien con subestimar las capacidades que poseemos.

Para ayudar a reconocer y superar este síndrome, te ofrecemos cinco consejos clave:
- Perfeccionismo: El perfeccionismo extremo puede ser una señal de este síndrome. Las personas sienten que nunca cumplen con sus propias expectativas, incluso cuando logran el éxito.Reconoce si tienes estándares demasiado altos y aprende a aceptar que la perfección absoluta es inalcanzable.
- Dificultad para aceptar elogios: Las personas con el síndrome del impostor a menudo tienen dificultades para aceptar elogios y tienden a minimizar sus logros. Aprende a valorar tus propios logros y acepta los elogios de los demás con gratitud.
- Comparación constante: Recuerda que cada persona tiene su propio camino y sus propias habilidades únicas. Evita compararte constantemente con los demás.
- Miedo al fracaso: Acepta que el fracaso es parte del proceso de aprendizaje y crecimiento. No dejes que el miedo al fracaso te paralice.
- Autoevaluación negativa: Reconoce tus logros y fortalezas, y trabaja en cambiar tu diálogo interno hacia uno más positivo y constructivo.
Reconocer que puedes estar experimentando el Síndrome del Impostor es el primer paso para superarlo. No dudes en buscar apoyo y hablar sobre ello con amigos, familiares o profesionales de la salud mental. ¡Recuerda que no estás solo/a en esto y que juntos podemos superar el síndrome del impostor